6/12/2006

Bolivia - Evo Morales

Probablemente el ejemplo más llamativo de los regímenes de "centro-izquierda" que han abrazado la agenda neo-liberal es el régimen de Morales en Bolivia.

Entre octubre del 2003 y julio del 2005, gran cantidad de obreros de fábricas y trabajadores urbanos desempleados y campesinos indios fueron muertos en la lucha por la nacionalización del petróleo y el gas, el sector económico más lucrativo de Bolivia. Dos presidentes fueron derrocados por levantamientos en masa en dos años y medio por defender la propiedad extranjera de los recursos de energía. Evo Morales no participó en ninguno de estos levantamientos, de hecho él apoyó al presidente, neo-liberal Carlos Mesa apresuradamente nombrado hasta que, también, fue desalojado del poder.

Como presidente, Evo Morales ha rechazado total y categóricamente la expropiación del gas y el petróleo y ha proporcionando a largo plazo explicitas garantías a gran escala de que todas las principales infraestructuras de las corporaciones multinacionales se reconocerán, respetarán y protegerán por el estado. Como consecuencia, las empresas multinacionales no sólo han expresado su apoyo por Morales sino que se han alineado para ampliar y ahondar su control y explotación de estos recursos energéticos no-renovables. Morales, a través de una manipulación semántica no demasiado diestra, afirma que "nacionalización" no es expropiación y cambio de propiedad al estado. Según la "nueva" definición de Morales, la propiedad estatal minoritaria de acciones, los aumentos de impuestos y la promesa de "industrializar" las materias primas son equivalentes a la nacionalización. Mientras los términos exactos de los nuevos contratos tienen que ser publicados todavía, toda las principales multinacionales están por completo de acuerdo con las políticas de Morales. La prueba es que Petrobras, el principal gigante brasileño de propiedad privada del petróleo y el gas, se prepara para invertir 5 mil millones de dólares durante los próximos 6 años en la explotación de gas y petróleo y en la construcción de un complejo petro-químico. Repsol (la multinacional española), promete invertir 150 millones de dólares, Total (francesa), BP (británica) y cada una de las otras principales multinacionales de la energía y la minería han dispuesto ampliar las inversiones y cosechar billones en ganancias bajo el paraguas proteccionista de Morales y su régimen del MAS (Movimiento al Socialismo). Ningún régimen anterior en la historia boliviana ha abierto el país a la explotación mineral a tantas multinacionales en esos campos lucrativos en semejante corto periodo de tiempo.

Además de la venta general del petróleo y el gas, Morales ha declarado que procederá a privatizar los campos de hierro de Mutun (60 kilómetros cuadrados con una estimación de más de 40 mil millones de toneladas con un valor estimado de más de 30 mil millones de dólares), siguiendo a sus predecesores neo-liberales. Los únicos cambios que Morales introducirá en el orden son aumentar la porción de impuestos que Bolivia recibirá de 0.50 centavos estadounidenses por tonelada a una cantidad no desvelada "pero razonable" (según las multinacionales).

Contrariamente a sus promesas, Morales se ha negado a triplicar el salario mínimo. Su Ministro de Economía ha prometido mantener las políticas de austeridad fiscal del régimen anterior y de "estabilidad macroeconómica" mientras que el aumento del salario mínimo sumará menos del 10%. El gobierno de Morales incrementó el sueldo base de los maestros un magro 7%, pero que 0en términos reales es menos del 2%. El sueldo base de los maestros es de 75 dólares al mes, así que su aumento neto bajo el nuevo “revolucionario” presidente indio es menos de 2 dólares al mes (y esto en un momento de precios record para las exportaciones de las materias primas bolivianas)… en un tiempo de superávit presupuestario, nada menos.

Evo Morales, el líder cocalero, declaró su apoyo por la presencia continuada de la base militar estadounidense de Chapare, y a la intrusiva presencia de la agencia estadounidense contra el narcotráfico, DEA, al tiempo que reducía las áreas de producción de la coca a menos de medio acre para uso médico doméstico, siguiendo las exigencias de la política estadounidense.

Los nombramientos de Morales en los ministerios económicos, de defensa y otros han estado vinculados al FMI, al Banco Mundial y a los regímenes neo-liberales anteriores.

Se opone Morales y su Ministro de Agricultura a expropiación alguna de cualquier gran terrateniente, "sean dueños de…5.000, 10.000, 25.000 o más acres con tal de que sean productivos". Esto ha acabado eficazmente con las esperanzas de millones de campesinos indios sin tierra para una "reforma agraria profunda" como fue prometido por el presidente indio. En cambio Morales está promoviendo la agricultura de la agro-exportación con subsidios generosos e incentivos fiscales.
Lo más indicativo de las políticas comerciales en pro de los grandes hombres de negocios de Morales, fue la firma en febrero de 2006 de un pacto con la Confederación de Hombres de Negocios Privados de Bolivia en la que él prometió mantener la "estabilidad macroeconómica" y la "credibilidad internacional" del país. Esto, en efecto, significó reducir el gasto social y promover la inversión extranjera, priorizando las exportaciones, manteniendo la estabilidad monetaria y sobre todo promover los inversores privados. El servilismo abyecto de Morales antes de la élite capitalista boliviana fue evidente en su decisión reactivar el Consejo Comercial Nacional que analizará y tomará decisiones sobre problemas económicos y políticos. Morales dijo, "estoy pidiéndoles a los hombres de negocios que me apoyen con su experiencia". (Olvidándose de añadir, su experiencia en aprovecharse de la mano de obra.) Les vino a pedir a los hombres de negocios que le aconsejaran sobre el "ALCA, MERCOSUR… sobre los acuerdos con China, con EE.UU. …así como sus beneficios para el país". El presidente de la Confederación Comercial, Guillermo Morales, dio énfasis a la importancia de firmar inmediatamente el acuerdo de libre comercio (ALCA).
Mientras Morales estaba firmando un pacto comercial se negó a encontrarse con los líderes del FEJUVE (La Federación de Consejos de Barrio de El Alto), la organización urbana más grande, más activa y democrática de Bolivia que fue muy activa liderando la lucha en el derrocamiento de los anteriores presidentes neo-liberales y en reclamar la nacionalización del gas y el petróleo. Morales recibió el 88% de los votos en El Alto, que sufrió cifras importantes de muertes y lesiones en la concurrencia a su elección. Morales nombró a 2 ministros del FEJUVE, Mamani (Ministro de Agua) y Patzi (Ministro de Educación) sin llamar a consulta al FEJUVE que toma todas las decisiones vía asambleas populares. Se obligó a ambos ministros a que dimitieran del FEJUVE en parte porque Patzi rechazó la exigencia, desde mucho tiempo, de crear una universidad de maestros para los 800.000 residentes de El Alto, afirmando que era un "costo inaceptable para el sistema" (dado el presupuesto de austeridad selectiva de Morales). Igualmente reprensible, Mamani se ha negado a expulsar a la multinacional extranjera Aguas del Illimani que sobrecarga a los consumidores y no proporciona los servicios adecuados.

Según el FEJUVE, el régimen de Morales ha fracasado en tratar con el problema más elemental como son las exorbitantes tarifas eléctricas, la ausencia de cualquier plan para proporcionar y conectar las casas con el gas de calefacción y las líneas de agua. Las confederaciones y federaciones de los principales sindicatos (ZURO, Mineros y otros) han protestado por la negativa de Morales a abrogar las anteriores leyes laborales reaccionarias de sus predecesores que "flexibilizaron a los obreros"; autorizando a los patronos a contratar y despedir a los obreros con impunidad. En premio a sus políticas en pro de los negocios, Japón, España y el Banco Mundial han "perdonado" la deuda externa de Bolivia.

Morales ha sobresalido en el "teatro público" adoptando un estilo "populista" y folklórico que les es simpático a las clases bajas. Pronunció parte de su Discurso Presidencial al Congreso en lengua Aymara; baila con las multitudes durante el carnaval; declara una reducción de su sueldo presidencial… como parte de un programa de austeridad que baja los estándares de vida a millones de bolivianos pobres. Anuncia un "complot" contra él por compañías petroleras no especificadas para reunir apoyo entre sus seguidores, mientras firma la cesión de recursos energéticos del país... a las compañías petroleras. Es innecesario decir, que ni los ministerios de Defensa o Interior eran conscientes del "complot", ni nunca fue presentada prueba alguna. Pero el "complot" inexistente sirvió para distraer la atención de su traición energética. Mientras Morales hablaba de su estimado amigo Hugo Chávez y abrazaba a Fidel Castro, le concedía bases al ejército estadounidense y oficinas a la DEA y transfería muchos miles de millones de dólares de la energía y minería de Bolivia a los EE.UU. y a las multinacionales europeas y brasileñas. Morales ha mejorado las relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela y ha asegurado la ayuda social y económica pero las bases económicas de sus políticas y las instituciones económicas dominantes se orientan hacia la integración con los países imperiales occidentales.
Los análisis empíricos demuestran que el régimen de las Morales está siguiendo los pasos de sus predecesores neo-liberales en términos de su gran perspectiva comercial y su obediencia a las políticas fiscales , monetarias y presupuestarias del FMI. Sus políticas, nombramientos, lazos institucionales y grandes beneficios comerciales se acercan más al centro-derecha que a cualquier "izquierda."

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